Un componente sorprendente del culto ortodoxo es el repique de las campanas. Siempre el ciclo diario de los oficios divinos públicos empieza con el repique de las campanas y nadie que haya sido testigo de la procesión alrededor de la iglesia en la Sagrada Pascua puede olvidar el continuo tañido de las campanas. En Moscú antes de la Revolución, por ejemplo, los viajeros inevitablemente comentaban el conmovedor clamor de más de 1600 campanas de la ciudad sonando simultáneamente en la Pascua de Nuestro Señor. Normalmente se construía una estructura separada, la torre del campanario (separada de la iglesia principal), para que contuviera las campanas, pero hoy en día el campanario se construye en la entrada de la iglesia, en donde se colocan las campanas.
El objetivo de tocar las campanas es llamar a los fieles al servicio, informar a los ausentes en los servicios divinos de varios momentos litúrgicos importantes, y al mismo tiempo llamar a los fieles a concentrar la atención en estos mismos momentos. También sirve para avisar de la llegada del obispo a la iglesia o al monasterio. En la Iglesia Rusa, existen cuatro toques de campana básicos: el anuncio (Blágovest); el repique (Trezvón); toque en cadena (Perezvón); y el repique interrumpido (Perebor).
El anuncio (Blágovest)
Este es un tañido lento, rítmico y pausado de una sola campana, que usualmente es tocada para anunciar los inicios de los servicios: Antes de la Vigilia de Toda la Noche (también acompañado por el Trezvon); antes de cada grupo de servicios del ciclo diario ( 9ª hora , vísperas, completas, maitines nocturnos, 1ª hora , 3ª hora, 6ª hora, liturgia o los salmos típicos); y antes de las grandes completas. El anuncio también es usado en otros momentos importantes de los servicios. Por ejemplo, existen doce campanadas por las doce partes del credo y también antes del “Es verdaderamente digno...” de la liturgia; y antes del Moleben (si lo hay) después de la liturgia.
Durante los días de la semana de la Gran Cuaresma, la campana del anuncio es tocada a la 3ª, 6ª y 9ª horas, como también en la gran completas. Se toca tal que así: tres golpes para la tercera hora, seis golpes para la sexta hora, nueve para la novena hora y doce para la gran completas. Durante la semana de la Pasión, la campana del anuncio es tañida en cada principio de los Evangelios de la Pasión (en los maitines del viernes), de acuerdo con el número del Evangelio, un golpe para el primer Evangelio, dos para el segundo Evangelio… (Cuando se concluye de leer los Evangelios de la Pasión es tocado el Trezvón). En las horas reales del viernes santo, la campana es tocada tres veces para la tercera hora, seis veces para la sexta hora, y nueve veces para la novena hora.
Antes de la divina liturgia, la campana del anuncio es tañida desde que empiece el rezo de la hora (usualmente el campanero lo acompaña con doce recitaciones en voz baja del salmo 51 por doce golpes a la campana, o la recitación del salmo 119), usualmente una media hora antes de la liturgia.
El repique (Trezvón)
Este es el toque de campanas de tres maneras, tres veces repitiendo la misma medida musical con una definida armonía de muchas campañas seleccionadas. El repique se usa al comienzo de los servicios mayores: Precedido por el toque del anuncio, el repique es tocado al inicio de la Vigilia de toda la noche, de los maitines, antes de los Seis Salmos, el Evangelio, y al finalizar la vigilia. En la liturgia el repique es tocado durante o después de la sexta hora, antes del comienzo de la liturgia, y al finalizar la liturgia. En caso de que hubiera un moleben en el día de fiesta de la iglesia o del monasterio, el repique es tocado antes y después del mismo. También es tocado al finalizar la lectura de los doce Evangelios de la Pasión del los maitines del viernes Santo, como también después de la lectura del Evangelio durante el primer día de la Sagrada Pascua.
Toque en cadena (Perezvón)
Este es el toque de campanas sucesivo de todas las campanas empezando desde la más grande (tono más bajo) a la más pequeña (tono más alto), la campana se golpea un número determinado de veces antes de empezar a tocar la siguiente campana, repitiendo esta sucesión varias veces. Este toque es usado antes de la bendición de las aguas, antes de mostrar la Santa Cruz en la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre) y en el tercer domingo de la Gran Cuaresma, como también durante las Horas antes de la Consagración de un Obispo. También es usado este toque, junto al repique durante la inmersión de la Santa Cruz durante la gran bendición de las aguas y después llevar la Santa Cruz al medio de la iglesia.
Este método de tocar las campanas, también es usado durante las vísperas del viernes santo cuando el Santo Sudario es cojido del altar y llevado al centro de la iglesia, y también durante la gran doxología de los maitines del sábado santo, cuando se sale en procesión al rededor de la Iglesia con el sudario. (Cuando la procesión está entrando en la iglesia, se toca el repique). El toque en cadena también se usa en los entierros de sacerdotes y obispos.
El repique interrumpido (Perebor)
Este es el pausado tañido de todas las campanas, empezando por la más pequeña a la más grande y terminando con el toque de todas las campanas al mismo tiempo. Este toque es usado cuando se saca un difunto de la iglesia para ser enterrado, y es conocido como el repique funeral. No se repican las campanas después de este toque.
En la liturgia jerárquica, el toque de la anunciación es tocado en el momento señalado; luego el repique es tocado cuando llega el Obispo. El toque de la anunciación sigue hasta que el obispo termine de vestirse para la liturgia. El repique es tocado otra vez durante la lectura de la sexta hora.
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