˟

10 cosas que debes saber para prepararte para la Sagrada Comunión. Parte 1



 P. Seraphim Holland

1. La “cosa” más importante sobre la preparación para la comunión es que el que se prepara debe esforzarse de ser Cristiano. Si no estás tratando de vivir una vida Cristiana, no debes recibir la comunión.

Definitivamente, ve a confesarte y solicita consejo, pero si no estás tratando de vivir una vida Cristiana, no debes aproximarte al Cáliz.

Cabe recalcar que no debes tomar esta decisión tú mismo. Tomar esta decisión corresponde al confesor.

Tu puedes pensar de ti mismo que “no intentas” pero el confesor puede ver las cosas de una manera totalmente distinta. A veces estar adicto a un pecado, o ser incapaz de empezar algo bueno (como la oración, ayunos consistentes, o muchas otras cosas) puede hacer a la persona pensar que no lo está intentando, cuando verdaderamente, lo está intentado, pero está fracasando, porque no tiene la fuerza de voluntad para cumplir su deseo.

El sentido de la Sagrada Comunión es dar la medicina al enfermo, por lo que esa persona es precisamente la que debe comulgar, con tanta preparación como su debilidad le permita, bajo la guía de su confesor. Con el tiempo, si se acerca al cáliz con temor y esperanza, se hará más fuerte.  

Si eres incapaz para comulgar durante un prolongado tiempo por alguna razón, sigue viniendo a la confesión, y haz todo lo que PUEDAS. Cualquier cosa que hagas, incluso si te parece una “pequeña cosa” a ti y si estás avergonzado por “repetir el mismo pecado una y otra vez”, te ayudará y será al menos un esfuerzo para arrepentirte.

Algunas veces necesitamos “aspirar” a arrepentirnos antes de arrepentirnos. O quizá necesitamos “desear querer arrepentirnos”. Un terrible error que hacen los que están inmersos en alguna dificultad o pecado, como aquellos que están incapacitados o no tienen permiso para comulgar es dejar de hacer cosas pequeñas que PUEDEN hacer, incluso si no pueden hacer lo que ellos creen que deberían estar haciendo. Con esfuerzo, incluso con lo que parece un pequeño esfuerzo, viene el éxito, siempre y cuando no lo dejes todo porque te sientes indigno.

El confesor es incluso más importante para esa persona, que necesita orientación y aliento.

https://catalog.obitel-minsk.com/icons-prav/icons-lacquered.html


2. Todas las “reglas” para la preparación de la Sagrada Comunión DEBEN ser entendidas como “reglas generales”, bajo la orientación del confesor.

Existen algunas reglas inquebrantables. Si nunca quieres confesarte, o nunca quieres aceptar la orientación de un sacerdote de Dios, definitivamente, ¡nunca debes comulgar! Algunas otras cosas son obvias para algunos, pero para otros no.

Somos criaturas orgullosas, y creemos que sabemos muchas cosas, cuando realmente no las sabemos. El camino por el cual esta ignorancia viene a la luz es cuando nos humillamos y buscamos consejo, con el tiempo.

¡No decidas ir a la comunión o no ir a comulgar por tu cuenta!

Esta es una lección muy difícil para el hombre moderno, porque nuestra cultura está contaminada por la idea de la iluminación, y de la perniciosa autonomía. No caigas en esta trampa. ¡Combátela!

Humíllate, y acepta el modo de la Iglesia de hacer las cosas, y estarás mucho más tranquilo. Tú no sabes un mejor modo para prepararte para la comunión que el que la Iglesia enseña.

Esto no significa que tengas que recoger una lista con 27 “normas” que debes seguir servilmente. Hacer esto sin ningún consejero es otra forma de autosuficiencia. Háblalo con tu confesor. No lo trates como un santo gurú (pero su sacerdocio es santo) que sabe todos los misterios, sino sométete a su autoridad de una manera sana, y todo irá como debe.

Tal vez alguno pregunte “¿qué significa “someterse a tu confesor en una manera sana”?” Esta es una pregunta difícil para contestar. Si tienes un buen confesor, estarás seguro de que tu sumisión a su autoridad es saludable. Esta es una de esas cosas que sabrás cuando lo experimentes.

Este es un tema importante, que es demasiado amplio para este pequeño tratado, pero te dejaré aquí algo:   
“Uno de los signos con los que un laico puede reconocer a su padre espiritual es este: la guía espiritual no es un anhelo para dar consejos a cualquiera; por el contrario, él sabe de qué está por sí mismo vacío e incapaz -como San Macario escribe: “No te he dicho nada que sea un invento mío. Todo lo que te digo viene de los escritos de los Padres. Mi humilde trabajo solamente está en elegir los pasajes adecuados a tu caso particular”.

Igualmente, el obispo Ignacio dice que los Padres nos prohiben dar consejos a nuestros hermanos según nuestra propia voluntad, sin que nuestros hermanos nos lo pidan. El asesoramiento voluntario es un signo de que nos consideramos poseedores de la sabiduría espiritual y del mérito, que es un claro signo de orgullo y autosuficiencia.

¿Cuántos padres espirituales pueden hoy en día soportar tal test? Deben ser un puñado. Esos verdaderos guías espirituales dan consejos con temor de Dios y solo porque se lo piden; sabiendo sus grandes carencias, ellos no esperan una obediencia instantánea, sino que dejan el consejo a juicio del hijo espiritual. De esta manera, ellos se protegen a sí mismos y a sus hijos espirituales.
Un laico maduro espiritualmente, en cambio, sabe que si obedece a su padre espiritual en todas las circunstancias que no contradicen la Ley de Dios o el sentido común dado por Dios, Dios en absoluto lo abandonará.”

Una persona no puede aprender sobre la saludable sumisión sin la ayuda de Dios, y por supuesto, sin su esfuerzo para someterse a otro humano considerando sus pecados.  Como la Sagrada Escritura dice: “esto es difícil de decir”, y muy pocos son capaces de hacer esto. Que Dios te ayude y te guíe.


3. Ayunar es generalmente una parte para la preparación para la Santa Comunión.

Lo principal que debemos hacer para prepararnos para la Santa Comunión es tratar de vivir una vida cristiana, debemos ayunar de acuerdo al typikón de la Iglesia (es decir, de acuerdo a las reglas de ayuno de varios días del año), y de acuerdo a nuestras fuerzas, y siempre bajo la orientación de nuestro confesor.

Cualquier confesor tiene muchas reglas de ayuno para diferentes personas, dependiendo de su madurez espiritual, salud mental, fervor y fuerza de voluntad.

En nuestros días, existe una gran incomprensión sobre el ayuno. Mucha gente ve nuestra tradición de ayunar como algo o todo de la siguiente lista:

1. El ayuno no es para personas laicas, es solamente para los monjes.
2. El ayuno solamente se cumple durante cortos periodos del año, y normalmente adaptándolo a nuestra aparente difícil vida moderna - por ejemplo, abstenerse de comer carne la primera semana de la gran cuaresma y semana santa.
3. Es obligatorio ayunar durante tres días, o quizás desde la semana anterior para recibir la Sagrada Comunión, pero en ningún otro momento.
4. El ayuno es un listado de reglas arbitrarias, que tienen poco o ninguna aplicación en la vida diaria, pero la persona se siente “mal” cuando no ayuna, en una buena parte del tiempo.
5. Existe una única regla de ayuno para todos, y es muy dura cumplirla, por lo que fundamentalmente, no hay que intentar ayunar, excepto en el caso #3º de arriba.
6. Algunos están influenciados por ideas sectarias y creen que ayunar es cierta clase de intento para “salvarse por las obras”.

Ninguno de estos puntos es verdad. El ayuno es una forma de vida; es el camino a la vida. No son reglas arbitrarias que nos hacen sentir “mal” cuando no las cumplimos. Si la razón para ayunar es entendida, inmediatamente se entiende que no es un listado de reglas arbitrarias. Tampoco es un listado de reglas opcionales. Nunca ha sido “solo para monjes”.

La explicación del ayuno no es parte de este documento, por lo que las personas interesadas, incluidas las que “tienen problemas a la hora de ayunar”, deben hablar con su confesor. Por supuesto, si su confesor no ayuna (y no tiene razones médicas para ello), se debe buscar otro confesor.

https://catalog.obitel-minsk.com/church-items/sacred-vessels/chalice-sets-and-liturgical-accessories.html

4. La preparación típica para la Sagrada Comunión incluye oraciones en el servicio de la tarde.

En nuestra parroquia, los sábados, se celebra la vigilia, consistente de las vísperas, los maitines y de la primera hora. Su duración es de alrededor dos horas y media, y contiene oraciones elevadas, detalladas e intrincadamente teológicas para alabar, suplicar y agradecer, todo entrelazado con el tema de la resurrección y su significación, ya que todos los domingos del año son una conmemoración de la resurrección.

El principio de “si puedes hacer algo, debes hacerlo” se puede aplicar aquí.

Algunas personas tienen la fortaleza de atender el servicio de la vigilia entero regularmente, y se benefician enormemente de esta práctica. Otros tienen distintos niveles de fortaleza, pero si siguen este importante principio cristiano, crecerán en la misma.

Prácticamente, una persona no debe comulgar a no ser que por lo menos haya atendido el servicio de vísperas.

Por lo general, el confesor debe de estar informado de porque estuviste ausente en el servicio de la tarde si quieres comulgar.

Yo he permitido comulgar a muchos que no atendieron el servicio de la tarde, si, como la petición de nuestra ectenia dice, estavieron “ausentes por causas honorables”. Existen causas honorables para estar ausente, como el trabajo, o algunas necesidades familiares, la distancia, la salud…

Soy consciente de que vivimos en una cultura del “todo o nada”. La asistencia al servicio de la tarde seguramente crecería por alguna misteriosa razón si yo sólo oficiara las vísperas. (Si hiciera esto, ninguno de nuestra iglesia sería beneficiado de los maitines, que en mi opinión es el servicio más importante de la semana.) ¡Aquí podéis asistir a un servicio que no es servido!... Es que algunas veces las personas se sienten avergonzadas por abandonar el servicio más pronto que los demás, y permiten que su vanidad les impida venir a una parte del servicio. Deja a un lado tu vergüenza tonta y autodestructiva por dejar el servicio antes, y habla con tu confesor, y haz lo que seas capaz. Si tu confesor no sirve los sábados, ¡necesitas un nuevo confesor!

Si solo tienes fortaleza para las vísperas, ven a la parte de las vísperas dentro de la vigilia. Por favor, se consciente de que Dios nos da fortaleza, por lo que aburrirse o cansarse no significa que no tengas fortaleza - significa que te aburres o te cansas. Más que te impulsas hacia estas cosas, más paz ganarás eventualmente. Siempre está bien no hacer hipótesis. ¡Háblame! Si necesitas confesarte, en caso de que solamente asistas a vísperas, necesitarás confesarte antes de las vísperas (16:00 - 17:00) o concretar una hora conmigo para confesarte el domingo a la mañana.   

Continuará...

Fuente: http://www.orthodox.net/10things/preparation-for-holy-communion.html

Si le gustan nuestras publicacione
 ¡Suscribase a nuestras noticias para ayudarnos a mejorar el Blog!

https://catalog.obitel-minsk.com/icons-prav/painted-icons.html

Elija productos artesanos y apoye las obras de caridad

TODO el beneficio de las ventas se dirige al apostolado del convento de Santa Elisabeta





CONVERSATION

0 коммент.:

Отправить комментарий

Labels