˟

La entrada triunfal del Señor en Jerusalén. Pensamientos de San Teófano el Recluso



«Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: !!Hosanna al Hijo de David! !!Bendito el que viene en el nombre del Señor! !!Hosanna en las alturas!» (Mateo 21:9). Pero pasaron sólo cuatro días y la misma gente, las mismas bocas gritaban «¡Crucifícale, crucifícale!» (Lucas 23:21).
¡Qué sorprendente metamorfosis!


Pero, ¿qué es lo que nos sorprende? ¿Acaso no hacemos lo mismo, cuando, al recibir la Sagrada Comunión, el Cuerpo y la  Sangre del Señor, saliendo de la iglesia, nos olvidamos de todo - y de nuestra veneración, y de la misericordia de Dios hacia nosotros? Y volvemos a hacer cosas para complacer a nuestro propio egoísmo, primero pequeñas, y luego más grandes. Y, tal vez, ya antes de pasar los cuatro días, aunque no le gritamos al otro: "¡crucifícale!", pero le crucificamos al Señor dentro de nosotros mismos.

¡Y el Señor lo ve todo y sufre! ¡Gloria a Tu paciencia, oh Señor!
Traducido por el Catálogo del convento de Santa Elisabeta

Si le gustan nuestras publicacione
 ¡Suscribase a nuestras noticias para ayudarnos a mejorar el Blog!


Elija productos artesanos y apoye las obras de caridad

TODO el beneficio de las ventas se dirige al apostolado del convento de Santa Elisabeta

CONVERSATION

0 коммент.:

Отправить комментарий

Labels