Un icono de la Madre de Dios, copia de la de Kazán, fue regalado en 1666 por el zar Alexey de Rusia (1645–1676) como bendición a la recién fundada ciudad de Penza. La gente llevaba la imagen santa en los brazos todo el camino desde Moscú hasta la iglesia catedral de Penza, donde fue colocada. Muchos que acudían al icono con fe recibían ayuda en diferentes necesidades.
A esta imagen milagrosa la ciudad de Penza también debe su salvación. La víspera del 4 de agosto de 1717 ya casi no hubo esperanza de defenderse de los ataques repetidos de los tártaros nogayos que habían asediado la ciudad. Los habitantes se reunieron en la iglesia para la vigilia y por la mañana salieron en una procesión con el icono de la Purísima, cruces y estandartes a los muros ensangrentados y empezaron a cantar el acatisto. Cuando los nogayos empezaron otro ataque, la imagen de Nuestra Señora se ensombreció y les dió la espalda a los enemigos. Al final del acatisto, a la hora de leer la oración, en las filas de los nogayos se produjo una confusión y pánico, y el ejército nómada se escapó de los muros de la ciudad.
La fiesta a este icono fue establecido a finales del siglo XIX.
Traducido de: https://azbyka.ru/days/ikona-kazanskaja-penzenskaja
0 коммент.:
Отправить комментарий